Es muy difícil encontrar dentro del mundo de los cómics trabajos que realmente sean de impacto sociocultural y con una gran carga artística, es decir que su finalidad vaya más allá de ser un simple negocio.
Pocos son los autores con verdadera profesión de artistas que utilizan las viñetas para transmitir ideas y conceptos que de otra manera simplemente no llegarían al número de personas que llegan a través de este medio, Frank Miller, creador de cómics como Sin City o la recién llevada al cine 300, es uno de estos autores que no tienen miedo a expresar sus ideas en dibujos, el otro digno de mención es el inglés Alan Moore.
Moore, a través de su obra, ha plasmado sus ideas de una manera que podría denominarse radical, sus historias son simples pretextos para desmembrar el lado mas oscuro del ser humano, obras como From Hell y V De Venganza (ambas ya trasladadas al cine y de cuyas adaptaciones cinematográficas siempre ha renegado) diseccionan al hombre como pocos en cualquier rama artística.
A mediados de los 80’s y con la ayuda del dibujante Dave Gibbons, realiza la que es considerada su obra maestra, Wartchmen (Los Vigilantes) en esta obra, Moore confronta referencias a los cómics de la época dorada, la paranoia del holocausto nuclear y una marcada tendencia anarquista, todo enmarcado en un mundo preapocalíptico.
En Watchman los personajes son tan importantes como la carga argumental que tiene dada la densidad de su historia, no se trata pues de simples superhéroes que buscan salvar a la humanidad de invasiones extraterrestres o locos que quieren dominar al mundo, en esta obra Moore utiliza el pretexto del superhombre para mostrar la brutalidad de la raza humana, pues al final la única pregunta que queda en el aire es: ¿Qué tan válido es matar a gente inocente con tal de salvar a la humanidad?
En este sentido Los Vigilantes sobresale como obra conceptual y a la vez como pieza importante de nuestra cultura, incluso hoy a 25 años de su publicación sigue causando gran impacto a quien se acerca a ella por primera vez y continúa siendo referencia obligada a dibujantes y escritores.
Con una obra de este calibre, no es de extrañar que desde su concepción se haya pensado llevar al cine, primero fue Terry Gilliam (12 Monos, Brazil) y luego Darren Aronofsky (Réquiem Por Un Sueño) pero fuel Zack Snyder el que ganó la contienda por llevar a la pantalla la obra de Alan Moore, Snyder fue el responsable, hace un par de años, de llevar a la pantalla la obra de otro autor de cómics legendario, nos referimos a la sensacional 300 (2007) de Frank Miller, por lo que no es rara la decisión de dejar en las manos de este director la tarea de sacar adelante un proyecto de este tamaño, y es que este joven director ha demostrado que es un verdadero artesano, y por tanto su trabajo sería el de interpretar cinematográficamente las imágenes del cómic a la pantalla, cosa que, ya demostró, hace muy bien.
La historia de Los Vigilantes está ubicada en 1985, en un mundo paralelo en el que Richard Nixon sigue siendo el presidente de los Estados Unidos (por cuarta vez desde 1969) y comienza con el asesinato de “El Comediante” un enmascarado que iremos conociendo a partir de la investigación de este crimen por parte de Rorchach, un justiciero enmascarado, desatando una serie de eventos que llevarán al espectador a un viaje en el que nada es lo que parece.
Sin embargo, como ya mencionamos, la historia de estos Vigilantes con sus capuchas, mallas, armas, vehículos y demás son un simple pretexto para adentrarnos en un concepto mas retorcido, oscuro si se quiere, acerca de la humanidad y su lugar en el planeta, porque no hay duda de que el ser humano se cree dueño de este mundo, y eso lo ha llevado a su perdición (según Moore) por lo que el concepto del hombre vigilado por el hombre es un punto medular en la historia de los Watchmen, ya que al fin y al cabo se tratan de superhéroes sin superpoderes, hombres comunes y corrientes que sin sus disfraces sencillamente no funcionan.
Lo curioso es que el único personaje (Dr. Manhattan) que cuenta con poderes es el mas alejando de tener algún tipo de conciencia compasiva, es un personaje completamente atípico dentro del universo del cómic, pues carece de total humanidad, este ser ve a los humanos como hormigas, como seres inferiores a pesar de que el mismo alguna vez fue uno de ellos.
Cinematográficamente lo que Zack Snyder ha hecho con el legado de Alan Moore se puede describir con una sola palabra: Espectacular, y es que la cinta tiene de todo, es una sátira, es un llamado a la humanidad, es un drama y un cómic en movimiento, tiene acción, suspenso, conciencia y cierta banalidad que la hace un deleite, es divertida y nos hace reflexionar, es en si una gran película que no debes perderte, no importa si eres fan o no de la serie, al fin la cinta habla por si misma, por eso te invito a ver Los Vigilantes, no es una cinta para niños, tampoco es sencilla y su mensaje va mas allá de lo que parece, pero pasarás dos horas y media viendo una de las mejores películas basadas en una historieta que se han hecho jamás.
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